Premiar la gestion empresarial de un banco

Hace ya unos meses (hay que ver lo rápido que pasa el tiempo cuando tienes más de dieciocho años) estuve en la entrega anual de premios de la revista ejecutivos. Es un evento al que siempre que mis obligaciones me lo permiten procuro asistir, pues es la ocasión perfecta para tarjetear (ahora se le llama hacer networking) y sobre todo y no me importa reconocerlo, por la sesión de aperitivos que hay antes y durante el acto, y la fiesta que se monta luego, que algunas son memorables.

Me llamó la atención uno de los premios, concretamente el relacionado con invertir y que recayó en un conocido banco global en lugar de como yo esperaba, en un banco específico dedicado única y exclusivamente a la inversión. En cuanto ejecutivos explicó los motivos, todos los allí presente tuvimos que convenir en lo acertado de esa decisión, pues además de haber entrado en rentabilidad, sus ratios de solvencia y liquidez son la envidia del sector bancario español, con una ridícula tasa de morosidad. Un premio desde luego, más que merecido.

Un apartado más que destacable que tiene y que yo también desconocía, es el servicio de valores de bolsa que nos estuvieron explicando y aún cuando yo soy el más desconfiado de cuantos seres pueblan la tierra, he de reconocer que en estos cuatro meses han ocurrido todas las eventualidades que allí expusieron que ocurrirían, con varios meses de anticipación.

Es decir que si les hubiera hecho caso y hubiera puesto mis ahorros en su manos, hoy tendría un buen pellizco de dinero más que el que hoy tengo.

¡La vida!

Me parece que en cuanto acabe de escribir esta entrada, lo primero que voy a hacer es llamarlos y confiarles mis escasos ahorros, que desde luego donde no me rinden nada es el cajón de mi casa, donde desde luego tengo la máxima liquidez, pero un escaso o nulo rendimiento económico, y de lo que se trata es precisamente de todo lo contrario.